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Dedo en resorte: un estudio confirma la eficacia de la terapia con ondas de choque radiales

Un dedo en resorte, conocido también como tenosinovitis estenosante, se manifiesta como la incapacidad de flexionar y extender normalmente un dedo. El objetivo del estudio de cohortes* fue evaluar la eficacia de la terapia con ondas de choque radiales en el tratamiento del dedo en resorte.

Método

En un análisis retrospectivo se valoraron los datos de 44 pacientes (en total 49 dedos) tratados con ondas de choque radiales. La edad media de los pacientes fue 49±10 años (32 a 71 años). 33 pacientes eran mujeres (67,3 %), 16 hombres (32,7 %). La duración media del síntoma antes del tratamiento era de 5±5,7 meses (1 a 24 meses). En el estudio se incluyó a pacientes con dedo en resorte con un grado 2 y 3 según la clasificación de Quinnell (0  = movimiento normal del dígito, 1 = movimiento irregular del dedo afecto, 2 = se puede corregir activamente el bloqueo del dedo, 3 = se corrige el bloqueo de forma pasiva, 4 = representa una deformidad fija).

Durante el tratamiento (aparato de ondas de choque radiales, STORZ MEDICAL) se aplicaron 2.000 impulsos con una frecuencia de 5 – 6 Hz en la zona del dolor sobre el tendón flexor afecto. La presión varió entre 1 y 3 bar – según la tolerancia al dolor individual. Los tratamientos se efectuaron semanalmente hasta que se produjo una mejora de los síntomas.

Los seguimientos se hicieron 1, 3  y 12  meses después de finalizar el tratamiento. Las mejorías funcionales se documentaron mediante la escala de Roles y Maudsley (escala del resultado del tratamiento: 1  = »excelente«, 2  = »bueno«, 3  = »aceptable«, 4  = »malo«). Las puntuaciones »excelente« y »bueno« indican el éxito del tratamiento. Los pacientes podían mover totalmente el dedo y la actividad no estaba limitada. El nivel del dolor se documentó mediante una escala visual analógica (EVA) (10 = máximo, 0 = ninguno).

Resultados y resumen

De media, las sesiones necesarias con ondas de choque radiales fueron 6±1,3 (3 a 8). Los 44 pacientes (49 dedos) se trataron con 2.000 impulsos/ sesión. La presión fue, de media, de 1 a 3 bar, la frecuencia de 5 a 6 Hz. Un dedo (2 %) fue tratado tres veces, nueve dedos (18,4 %) cuatro veces, 12 (24,5 %) cinco veces, 20 (40,8 %) seis veces y siete (14,3%) ocho veces. El 73,5 % de los pacientes valoraron el resultado del tratamiento como »excelente« y el 20,4 % como »bueno«. En comparación con los valores iniciales, en todas las visitas del seguimiento se produjo una reducción significativa en las puntuaciones EVA (p < 0,001). En la visita de seguimiento al año, el 34,7% (17 dedos) tenía una puntuación EVA de 0 (asintomático), el 59,2 % (29 dedos) tenían una puntuación de 1,0 y el 4,1 % (2 dedos) de 2,0. No se produjo ningún tipo de complicación. La duración del síntoma antes del tratamiento estaba significativamente correlacionada con el número total de sesiones (r = 0,776, p < 0,001) y la puntuación EVA en el seguimiento al año (r = 0,335, p < 0,019).

Los resultados del estudio muestran que la terapia con ondas de choque radiales es una alternativa terapéutica eficaz y no invasiva para los dedos en resorte con un grado 2 y 3 de Quinnell.

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